SOMOS PARTE DE LAS CREACIONES
SOMOS PARTE DE LAS CREACIONES.
Somos parte de las creaciones
evolutivas, dinámicas,
que nos rodea y nos internan
somos polvo de estrellas…
y somos ellas.
Somos del mismo hábitat
del animal nocturno,
compartimos con el búho, la lechuza…
y el coro de grillos.
Somos amigos de los sueños
que motivan…
somos una parte igual
de todo un todo
relativo…
diversos universos
donde te conocí
donde nunca te vi.
donde siempre es recuerdo,
y nunca te olvidé.
siempre estamos juntos
y estamos solos.
Abrazados, distantes
de una luna, que el alma
del verbo amar, medita, piensa
...y se conjuga en las acciones
en las fricciones, el roce, el movimiento.
donde todo es posible, donde nada es real,
donde somos eternos, donde somos mortales,
transustancias de versos , poesía, y el canto del silencio,
donde la música siente el vacío que se funde…
en el amor, entre la nada, en las sombras…
el escuchar la piel de la voz que siempre viaja,
sobre tus voces, debajo de tus voces, se desliza...
y otras voces disonantes, preciosas,
y otras armoniosas, delirantes de músicas
de cuerpos, que percutan los vientos, las cuerdas,
los metales, las maderas, las materias, tus ojos,
el cielo, donde una mirada profunda observa.
José Ángel Pineda Creatividad poética.
evolutivas, dinámicas,
que nos rodea y nos internan
somos polvo de estrellas…
y somos ellas.
Somos del mismo hábitat
del animal nocturno,
compartimos con el búho, la lechuza…
y el coro de grillos.
Somos amigos de los sueños
que motivan…
somos una parte igual
de todo un todo
relativo…
diversos universos
donde te conocí
donde nunca te vi.
donde siempre es recuerdo,
y nunca te olvidé.
siempre estamos juntos
y estamos solos.
Abrazados, distantes
de una luna, que el alma
del verbo amar, medita, piensa
...y se conjuga en las acciones
en las fricciones, el roce, el movimiento.
donde todo es posible, donde nada es real,
donde somos eternos, donde somos mortales,
transustancias de versos , poesía, y el canto del silencio,
donde la música siente el vacío que se funde…
en el amor, entre la nada, en las sombras…
el escuchar la piel de la voz que siempre viaja,
sobre tus voces, debajo de tus voces, se desliza...
y otras voces disonantes, preciosas,
y otras armoniosas, delirantes de músicas
de cuerpos, que percutan los vientos, las cuerdas,
los metales, las maderas, las materias, tus ojos,
el cielo, donde una mirada profunda observa.
José Ángel Pineda Creatividad poética.
Paz
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve.
Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
o despiertes los pájaros que duermen.
A unos ojos
A unos ojos
-Ramón de Campoamor-
Más dulces habéis de ser,
si me volvéis a mirar,
porque es malicia, a mi ver,
siendo fuente de placer,
causarme tanto pesar.
De seso me tiene ajeno
el que en suerte tan crüel
sea ese mirar sereno
sólo para mí veneno,
siendo para otros miel.
Si crüeles os mostráis,
porque no queréis que os quiera,
fieros por demás estáis,
pues si amándoos, me matáis,
si no os amara, muriera.
Si amando os puedo ofender,
venganza podéis tomar,
porque es fuerza os haga ver
que o no os dejo de querer,
o me acabáis de matar.
Si es la venganza medida
por mi amor, a tal rigor
el alma siento rendida,
porque es muy poco una vida
para vengar tanto amor.
Porque con él igualdad
guardar ningún otro puede;
es tanta su intensidad,
que pienso ¡ay de mí! que excede
vuestra misma crüeldad.
¡Son, por Dios, crudos azares
que me dén vuestros desdenes
ciento a ciento los pesares,
pudiendo darme a millares,
sin los pesares, los bienes!
Y me es doblado tormento
y el dolor más importuno,
el ver que mostráis contento
en ser crudos para uno,
siendo blandos para ciento.
Y es injusto por demás
que tengáis, ojos serenos,
a los que, de amor ajenos,
os aman menos, en mas,
y a mí que amo más, en menos.
Y es, a la par que mortal,
vuestro lánguido desdén
¡tan dulce... tan celestial!...
que siempre reviste el mal
con las lisonjas del bien.
¡Oh, si vuestra luz querida
para alivio de mi suerte
fuese mi bella homicida!
¡Quién no cambiara su vida
por tan dulcísima muerte!
Y sólo de angustias lleno,
me es más que todo crüel,
el que ese mirar sereno,
sea para mí veneno,
siendo para todos miel.
Estudio de desnudo
Estudio de desnudo
-José Saramago-
Esa línea que nace de tus hombros,
Que se prolonga en brazos, después mano,
Esos círculos tangentes, geminados,
Cuyo centro en cono se resuelve,
Agudamente erguidos hacia los labios
Que ansiosos de los tuyos se desprenden.
Esas dos parábolas que te encierran
En el quebrar ondulado de cintura,
Las calipigias cicloides superpuestas
Al trazo de las columnas invertidas:
Tibios muslos de líneas envolventes,
Torneada espiral que no se extingue.
Esa curva tan suave que dibuja
Sobre tu vientre un arco reposado,
Ese triángulo oscuro que fulgura,
Camino y sello de la puerta de tu cuerpo,
Donde el estudio que de desnudo hago
Se transforma en cuadro terminado.
Que se prolonga en brazos, después mano,
Esos círculos tangentes, geminados,
Cuyo centro en cono se resuelve,
Agudamente erguidos hacia los labios
Que ansiosos de los tuyos se desprenden.
Esas dos parábolas que te encierran
En el quebrar ondulado de cintura,
Las calipigias cicloides superpuestas
Al trazo de las columnas invertidas:
Tibios muslos de líneas envolventes,
Torneada espiral que no se extingue.
Esa curva tan suave que dibuja
Sobre tu vientre un arco reposado,
Ese triángulo oscuro que fulgura,
Camino y sello de la puerta de tu cuerpo,
Donde el estudio que de desnudo hago
Se transforma en cuadro terminado.
Se desborda el alma
Se desborda el alma
en la paciencia y las pasiones,
son virtudes del paisaje amplio de cielos,
y otros espacios,
y otros vacíos que esperan a los lejos.
Tantas cosas hermosas que se las lleva el viento,
y nadie sabe dónde,
Y aunque tu cuerpo habite
en el insatisfecho placer,
de seguir y seguir…
en el intento por saber y hacer,
no es de cualquiera.
Tus ojos mojan toda la elegancia,
Tus ojos son mis pensamientos,
Tus ojos mi vivir con tu hermosura
de ser tan desprendida,
encanto tan sencilla, apetecible…
desnuda te muestras a la vida,
tus virtudes incitan los suspiros
esa manera de ser tocante
que calcina la pasiones,
y se desborda inmensa el alma.
©José Ángel Pineda ©Creatividadpoética
y se desborda inmensa el alma.
©José Ángel Pineda ©Creatividadpoética
Romance
Romance
Voy buscándote toda, en los pretextos,
que se asoman lejanos, en la sombras,
y ya no me asombran nada, los eventos,
no existe la sorpresa, que me nombras.
La comedia se pasó, dando la vuelta
en todas las esquinas, palpitares ajenos,
con extraños, vecinos de paredes,
que hablan con aparatos,
emociones de ratos, de una forma
y de otra, pienso que es atractivo,
navegar en los mares revueltos,
todos somos, muy raros,
de una persona a otra no se escucha
una mano que se brinda, y no se tocan
los ojos que ven a otros, que no miran
los labios que se quedaron secos,
esperando el oasis perdido
en la garganta.
divagando en las certezas
de un dilema, es la alternativa
de aquello tan ameno,
tan casual,
tan aparente…
es simple, sin embargo
yo con gracia cargo el sentimiento,
siempre con mis afanes de un amor
sincero, esencia natural y necesaria,
y me volví desnudo en cosas imposibles.
Pero no hay un riesgo más hermoso,
que el romance atrevido y caprichoso.
©José Ángel Pineda ©Creatividad poética
Si alguien llama a tu puerta
(Soneto)
Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.
Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.
Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.
Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.
Gabriel García Márquez
Desde un caracol
Desde un caracol
Yo he visto el mar. Pero no era
El mar retórico con mástiles
Y marineros amarrados
A una leyenda de cantares.
Ni el verde mar cosmopolita
—mar de Babel—de las ciudades,
que nunca tuvo unas ventanas
para el lucero de la tarde.
Ni el mar de Ulises que tenía
Siete sirenas musicales
Cual siete islas rodeadas
De música por todas partes.
Ni el mar inútil que regresa
Con una carga de paisajes
Para que siempre sea octubre
En el sueño de los alcatraces.
Ni el mar bohemio con un puerto
Y un marinero delirante
Que perdiera su corazón
En una partida de naipes.
Ni el mar que rompe contra el muelle
Una canción irremediable
Que llega al pecho de los días
Sin emoción, como un tatuaje.
Ni el mar puntual que siempre tiene
Un puerto para cada viaje
Donde el amor se vuelve vida
Como en el vientre de una madre.
Que era mi mar el mar eterno,
Mar de la infancia, inolvidable,
Suspendido de nuestro sueño
Como una paloma en el aire.
Era el mar de la geografía
De los pequeños estudiantes,
Que aprendimos a navegar
En los mapas elementales.
Era el mar de los caracoles,
Mar prisionero, mar distante,
Que llevábamos en el bolsillo
Como un juguete a todas partes.
El mar azul que nos miraba,
Cuando era nuestra edad tan frágil
Que se doblaba bajo el peso
De los castillos en el aire.
Y era el mar del primer amor
En unos ojos otoñales.
Un día quise ver el mar
—mar de la infancia—y ya era tarde.
Gabriel García Márquez
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