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Que te rompan el corazón está bien...




Paz




Vamos hacia los árboles... el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve.


Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
o despiertes los pájaros que duermen.

Ajeno



Y me volví ciego en mi ceguera,
le canté a dioses de polvo,
de piel viva y de grito,
luego regresé a mis silencios;
sin uniformes,
sin la tribu,
sin himnos,
sin fronteras.

Y me volví extraño,
y extraño a los extraños,
de la extraña vida
mía, soy extraño.

¿Quién eres tú,
acaso me conoces?



©Joan Pined ©Creatividad poética

Tomar el fresco

 


Tomar el fresco
de las cosas posibles
y los sueños visibles
se delatan.

Tomar el fresco
y en silencio cantaba
con luz, la alborada
lo decía.


Tomar el fresco
los bellos, la belleza
denotaba la profunda tristeza
la sonrisa.


Tomar el fresco
y aunque todos sentían
que la magia en el viento
se esparcía.



©Joan Pined ©Creatividad poética

La toco

 


La toco

Por eso canto yo, dejad que cante,
porque es la voz que siente
esa cuerda, metal que se revienta,
cada vez que la toco, y que se anima,
y que sabe mentir en el instante,
ese mismo, que la presencia incendia.



©Joan Pined ©Creatividad poética.

Las palabras



Las palabras


Se estancan en pantanos
de una inercia increíble,
nos hemos quedado es un escándalo
sordo, escribo para mí y solamente
para desahogarme de las tantas
mentiras…
la gente se ha quedado pensativa
y solo se distrae viendo los traseros
bellos, naturalmente
pero una mujer
no es solo su trasero
ni su cara bonita, ni su cuerpo esbelto,
la mujer es la caricia inteligente
que fascina, las palomas
ya desertaron de volar,
y unos que otros leen todavía
y aprenden, porque es posible
aprender todavía
y escribir todavía…
el sistema nos ha robotizado
y la farsa continúa, las mujeres
se volvieron objetos, no sujetos
y los hombres igual,
en las conciencias
de las personas todas
esclavizadas poco a poco
en las antisociales redes del mundo
de ficción…
por supuesto, la mujer es tan bella
fantasía, en unos casos
y tan bella pesadilla en otros,
pero naturalmente adorables.

©Joan Pined ©Creatividad poética

Aroma



-Aroma


Aroma de una gran lluvia
que se asienta
a suavizar el polvo,
a veces se levanta,
a veces se derriba.


Aroma tormentosa,
que se asienta
en la gramática acentuada
del verbo,
con el verbo de un polvo
conjugado, en los tiempos
del polvo de caminos
de siempre…


A veces por placer, a coger
el calor en cualquier parte,
y no encuentro,
aunque tengo la piel
de tu sonrisa
que abraza humeante,
y el cañón ruge, delirante,
al sentir el olor del agua
de lluvia penetrante
en la selva, que se lleva
un susurro en el alma de un río,
hacia el verde mar de las estrellas.


©Joan Pined ©creatividad poética



 






Soy como un suave viento imperceptible,
que llega sin llegar a la dulzura
que tienta de esas aguas, ese inmenso manantial



en donde no hay silencios, ni murmullos…
solo vibrantes huellas, que, al dejarlas,
nos dejan más perdidos que encontrados.



Al menos una metáfora quisiera dedicar,
una imagen sonora con señales de humo,
sin voces, con ruidos de muy baja frecuencia,
un escrito cursi como el amor,
dijo el poeta…





Algo escrito en parábolas, como rayos de luz
que absorben las hendijas y grietas, y los libros.
un escrito hiperbólico asimétrico,
un escrito cualquiera…




Chance de entrar en un cuerpo
con un alma penetrada de ternura,
con unos versos blancos que conspiren
con un poema libre, y que se extiende…





Los tiempos que van dejando los paisajes,
y nuestras vidas no encuentran el sosiego,
solo esperan una alternativa, causalidad,
la suerte de un efecto persuasivo…




una casualidad, un prodigioso manifiesto,
y una algo potente que parta las bisagras,
que quiebre las ventanas del abismo…





Y soñar con las verdes esperanzas,
sabiendo que el movimiento final
llega a su fin.



¿Alguna suerte, alguna libertad,
algo que sea limpio?
- ¿Para qué?



Que un cerebro cambie la maleza
que nuestro amor amar, amor
piense, piense, y piense?
- ¿Para qué?


©Joan Pined                       ©creatividad poética

Poemas cortos


 

Epílogo


Soy las ofuscaciones,
la suerte de tristeza
en lo incierto, las luces
de alegrías, las sombras
predilectas, la noche
sediciosa, ave de besos
en un instante precoz
y desalmado.

 

 



Luces

De sobra luces inmóviles
que se inquietan sin perfil,
sin horizonte, tantas luces
somos, que me apago…
para que ardan otros
intensos llantos
de impotencia.

 




Movimiento



Las estáticas piernas
Y un grito que otro
de un pelo a otro pelo
en la cabeza
no se oye un grito
de alegría, de pánico.
Somos narradores
solo eso…
de un presente vivido,
hasta se dejan de amar
entre las gentes
por el poder de no poder
con un abrazo.



 


 Contornos


Todo el terreno es movedizo
si te hundes, ya estás
quieto amorcito
y veo en los contornos
se escuchan alaridos,
las camas, los ladrillos
los zapatos, los cepillos
dominados por cuerpos,
por cementos, por cordones,
por pasta.
¡todo está bendecido!

 




Aparecido

Y es cierto…
la soledad me dice
esto ya he vivido,
esas persecuciones
de los cuerpos desnudos,
es historia circular,
repetitiva;
es un film en cuarto frío
resguardado,
un remasterizado
de una película de esas
que me recuerda el cine mudo.


 Visiones



realmente es surrealismo
es cuento, relato, narrativa
cuando la acción perdió
la perspectiva,
seguimos cantando
el estribillo
de la misma canción
de tiempos idos
y vueltos,
no hay desplazamiento
en longitud
solo giros
como remolinos
que algunos conocemos
y decimos que sospechamos,
y estuvimos
bailando el mismo
vals de las chinelas.



Versan



Tus oscuras profundidades
del pensamiento, del cabello
del cuello, la garganta
del sentimiento lira
y el cántico risueño, cascada,
que me abruma, se derrama
en tus pechos desnudos,
agudos, mirando hacia la espuma,
hacia el hermoso río tan sediento.
Percibo ondas sonoras
de una melodía sentimental
y dulce voz ardiente,
inaudible.
y la inclemente miel
de los labios impenetrables
de esa rosa impaciente
que no calla en silencio,
y versan llamaradas
secas del anhelado amor.

 



Tus poemas


Tus gritos, tus silencios
tus fuegos, tus dolores
tus dulces, y tus agrios
tus soles y tus nubes
tus mares y tus montes
tus besos y tus lluvias,
tus fríos y tus fiebres,
tus flores y tus frutas
tus lunas, tus dragones.

 




Decreto



Fabulosa epifanía
luego de una catarsis,
con dragones inquietos
asolando mi cuerpo,
quemando la nostalgia
cenizas de alegrías
con otras sensaciones
que son muchas, por cierto,
el animal anda suelto
por las noches entradas
y salidas de días…
la pena de no estarte,
de no sentirte y darte
el estandarte,
mi arte por decreto.