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Romance

 



Romance

Voy buscándote toda, en los pretextos,
que se asoman lejanos, en la sombras,
y ya no me asombran nada, los eventos,
no existe la sorpresa, que me nombras.

La comedia se pasó, dando la vuelta
en todas las esquinas, palpitares ajenos,
con extraños, vecinos de paredes,
que hablan con aparatos,
emociones de ratos, de una forma
y de otra, pienso que es atractivo,
navegar en los mares revueltos,
todos somos, muy raros,
de una persona a otra no se escucha
una mano que se brinda, y no se tocan
los ojos que ven a otros, que no miran
los labios que se quedaron secos,
esperando el oasis perdido
en la garganta.
divagando en las certezas
de un dilema, es la alternativa
de aquello tan ameno,
tan casual,
tan aparente…
es simple, sin embargo
yo con gracia cargo el sentimiento,
siempre con mis afanes de un amor
sincero, esencia natural y necesaria,
y me volví desnudo en cosas imposibles.
Pero no hay un riesgo más hermoso,
que el romance atrevido y caprichoso.


©José Ángel Pineda ©Creatividad poética

Si alguien llama a tu puerta




Si alguien llama a tu puerta
             (Soneto)

Si alguien llama a tu puerta, amiga mía,
y algo en tu sangre late y no reposa
y en su tallo de agua, temblorosa,
la fuente es una líquida armonía.


Si alguien llama a tu puerta y todavía
te sobra tiempo para ser hermosa
y cabe todo abril en una rosa
y por la rosa se desangra el día.


Si alguien llama a tu puerta una mañana
sonora de palomas y campanas
y aún crees en el dolor y en la poesía.


Si aún la vida es verdad y el verso existe.
Si alguien llama a tu puerta y estás triste,
abre, que es el amor, amiga mía.



Gabriel García Márquez

Desde un caracol


Desde un caracol

Yo he visto el mar. Pero no era
El mar retórico con mástiles
Y marineros amarrados
A una leyenda de cantares.

Ni el verde mar cosmopolita
—mar de Babel—de las ciudades,
que nunca tuvo unas ventanas
para el lucero de la tarde.

Ni el mar de Ulises que tenía
Siete sirenas musicales
Cual siete islas rodeadas
De música por todas partes.

Ni el mar inútil que regresa
Con una carga de paisajes
Para que siempre sea octubre
En el sueño de los alcatraces.

Ni el mar bohemio con un puerto
Y un marinero delirante
Que perdiera su corazón
En una partida de naipes.

Ni el mar que rompe contra el muelle
Una canción irremediable
Que llega al pecho de los días
Sin emoción, como un tatuaje.

Ni el mar puntual que siempre tiene
Un puerto para cada viaje
Donde el amor se vuelve vida
Como en el vientre de una madre.

Que era mi mar el mar eterno,
Mar de la infancia, inolvidable,
Suspendido de nuestro sueño
Como una paloma en el aire.

Era el mar de la geografía
De los pequeños estudiantes,
Que aprendimos a navegar
En los mapas elementales.

Era el mar de los caracoles,
Mar prisionero, mar distante,
Que llevábamos en el bolsillo
Como un juguete a todas partes.

El mar azul que nos miraba,
Cuando era nuestra edad tan frágil
Que se doblaba bajo el peso
De los castillos en el aire.

Y era el mar del primer amor
En unos ojos otoñales.
Un día quise ver el mar
—mar de la infancia—y ya era tarde.

Gabriel García Márquez

El secreto





El secreto


Puede ser que el secreto del amor
está en cerrar los ojos,
para que nuestras miradas se encuentren.
Puede ser que nuestras miradas caminen
en manantiales de luz
hasta que la vida nos sorprenda
en un mundo feliz.
Puede ser el que el motivo del amor
sea vivirlo con pasión,
y quizás solo sea sentirlo hasta que aparezcan
las estrellas.
Puede ser que el camino hacia el amor
es el verdadero sentido de vivir,
y así recorrer los espacios del mundo.
Puede ser que el mundo, en todo caso,
serían tus abrazos, serías ese mundo giratorio,
serían las caricias de ese mundo.
Puede ser ese mundo donde las caricias sean eternas,
y tal vez la felicidad está en soñar lo imposible
y lo fantástico de un mundo raro y complicado,
que nos lleve a la gloria.
 




El mundo en todo caso serían tus abrazos,
serías ese mundo de sonrisas,
abiertas al espacio que nos da una esperanza
plena de sentimientos y delirios,
con instantes eternos,
con eternas sonrisas, sí cerramos los ojos,
las miradas se juntan, las miradas se besan,
las miradas se abrazan, las miradas se atraen,
y sería posible que se muestre el secreto.

©José Ángel Pineda    ©Creatividad poética

Y eres






La hermosa canción
que se deshace en hilachas,
la suerte brisa de cántaros que cantan,
la quintaesencia de un derroche
sin broches precavidos,
las noches esperando el cuásar blanco
que explota en estrellas de vibrantes colores,
los agujeros obscuros que lo atrapan
todo, por la gravedad contenida, intensa
es la lluvia de meteoros, la esencia
lanza unas manos vacías
al anochecer, al amanecer, al atardecer,
referencias de giros de una atalaya,
el café que amanece y que levanta
los diversos virajes en un mismo instante,
y una sombrilla, y una cúpula, y un refugio;
en espera de una caverna de carnes
y de huesos, y almas, la transubstancia
de lo que se mueve y remueve
en los humos, y en cenizas en polvos
que emergen de las aguas.



©José Ángel Pineda ©Creatividadpoética






Lo que hemos sido, se ha ido

 




Lo que hemos sido, se ha ido

sabiendo que no sabemos, y hacemos,
en el camino encontramos, y amamos
lo que no encontraremos, prendemos,
y
entonces, por lo tanto, por cuanto
va quedando en olvido, muy herido
en esos ojos de verde paladar, y dar
esos ojos de prisa ardientes, las mentes
como los cielos de mar, al cantar
esa sonrisa leve, leva, subleva
como la brisa a prisa, las corrientes,
y lo más asombroso, no es lo que estás pensando,
en esas cosas necias del centro, acariciando
de lo adentro en tus adentros, portentos
del humano geocentrismo del abismo
sin saber o quizá sí, no es lo mismo;
de la furia a la calma hay un estrecho
q
ue lo puede surcar, sólo un barco desecho
en mi melancolía, y no lograr entrar
en tu encanto satisfecho,
que a veces es la risa y a veces es el llanto,
los gritos, las razones, los llantos, las pasiones,
que a veces; en la mía vida se incendia la luz, el sirio
que a veces es lo tuyo, y anda suelto conmigo,
intuyo que otras veces es de nadie y de todos
la rosa que se estrecha y se aleja, y deja
sin saber cuando y como , siempre es donde,
lo que me duele tanto, en nuestro encuentro
pisamos todas las flechas, las rosas y claveles,
la agonía sinfónica, el crepúsculo llanto,
el amanecer oscuro, las sombras de la luna
que se desviste tanto, ante todas las diosas
las que danzan, las que pintan, las que cogen
la noches con los pies, para gozar el mambo.

©José Angel Pineda ©Creatividad poética


El poeta

 


El poeta

es un ser rarísimo,
es un animal bailando
en una fauna de luces,
en una estrella de índices,
y a veces es fuego del ártico,
y se va nadando en el celeste cielo
celestial, cuasi anormal sujeto, se diluye
en cordura tupida con semáforos endiablados.
No deja pasar un letra que no ausculte en la selva
del ombligo de algún tragedia cándida de un polvo
de la vía láctea, de los caminos que no van a ningún lado,
pero inventa cosas tan inverosímiles y camina en el cielo,
bebe agua por los ojos, tiene tacto y toca el alma con toda locura.
habla con el viento, es médico de algunos, medicina educacional,
a veces perversa, a veces dolida, a veces amada, a veces jodida.
pero no se salva nunca de su esquema mental, cambia constantemente,
pero no de camisa y de colores y de olores.
es una hormiga, que no sigue la ruta propuesta,
es una avispa que pica las pieles más tersas
se vuelve cantante a veces con todas las mujeres,
no discrimina, no puede, está atado a sus sombras,
le canta a los hombres, a cualquiera que odie o ame.
y a lo que se mueve y no se mueve.
le canta a los dioses y lo escuchan con sus manos
hacedoras de todo y de nada, a las diosas bellas, a todas
las complace furiosamente tierno.

La ciencia y la vesania, son sus ciudades, sus pueblos, sus virtudes,
es el alquimista de la verdad que se imagina, la sabia mentira
que transubstancia en verdad verdadera, imaginaria cierta.
es un sabio inútil, pero sirve para alguna cosa sagrada,
del cuerpo del alma, el alma de otros cuerpos persuade,
al menos para no suicidarse en la angustia de la pobreza espiritual,
que huele por los poros en la mundana y placentera apariencia de los gestos.
el poeta se salva cuando vive, es delicado, tosco, sincero, brutal.
Santo depravado, ebrio de todo y harto de todos.
Y cuando muere vive y muere
el poeta sabe y no sabe nada
pero algo sabe, para salvarse el mismo
de él.

José Ángel Pineda                                   Creatividad poética


Siempre

 


Con la musa, la pasión, 

la idea,

luego 

los dedos siguen solos
con la mente, y escriben
recorriendo las estrellas azules
de algún pozo que se desagua
hasta lograr terminar
en un instante perpetuo
algún escrito.

©Joan Pined ©Creatividadpoética






Trasciende



Trasciende que la lluvia
tomó tu cuerpo y echó a volar
sobre los cuerpos
de nubarrones frescos
que no cesaron en aquella tarde
de mucha brisa ondulante, sinuosa…
y luego la tormenta, la racha fulminante
por la noche.
te pude amar, te pude
alcanzar en una nube
del vendaval melódico,
penetré en tus gotas traslúcidas,
y el movimiento se hizo inclemente,
y abrazado estuve contigo empapados
los dos apretados y sumergidos
en un nuevo amanecer confortante.


©Joan Pined ©Creatividad poética


Y en ellas





Somos polvo de estrellas…

Carl Sagan


Y en ellas


Y en ellas
nada mágico más que tus miradas
que se impregna en el polvo de mi piel,
los átomos como panal de miel
de abejas minúsculas, aceitadas,



y en ellas
los poros abiertos, los huecos negros,
y las sonrisas brillante en tropel
en senderos de leche, en redondel
de animales nocturnos y milagros,

y en ellas
caminando dormido por las lunas
diferentes andares, infinito...
sabemos mucho y poco del amor,


y en ellas

ser y no ser, y todo lo bonito
en cada estrella, diosas, del sabor
universal, hermosas,... y oportunas.



©Joan Pined ©Creatividadpoética