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Despertar






Florecen satisfechas
las pasiones del alma,
las canciones hechas
con calma,
el mejor momento
es ahora,
no hay otro momento
de cantar la aurora.

Las aves volarán
desde la jaula al cielo,
el anhelo
está en las mentes claras,
y en las profundas miradas,
y levantan las faldas,
de los cerros, y se alzan
las ramas de los brazos,
y las nieblas en las madrugadas
van lentas, pero avanzan
despacio, y en silencio, dándole
el espacio a la Luz,
al Fuego resplandeciente,
que arderá con amor,
y acabará el persistente sufrir,
con el saber, y el despertar
de todos.

¡Oda a la poesía!

 



¡Oda a la poesía!


La poesía es;
una curva prodigiosa,
una recta curvilínea
en el cuerpo de una luz
que se alumbra en otro cuerpo
en la húmeda espesura.


                                             Praxis de esa literatura
que, en su hermosa locura,
leerla profundamente
brinda espacios de ternura,





Alegoría, romance, contacto,
de la metáfora sedienta
que enciende partes obscuras
de la cabeza a los pies
en los centros de las sombras.



El adentro de las cosas
de un ser y de un sentir, y de un amar
por encima, y por el fondo del mar.



Es el viento, el sonido, el musical
del alma, donde reposa la calma,





la obsesión final, y el principio
letrado de todo arte, de toda ciencia
y de toda imaginación.





Es la voz y el canto
de una librería de madera fina
y de un cristal de cielo,
con un azul y un verde,
y un blanco y un negro,
tinta y pincel y mente y alma
arquitectura, pintura y sensaciones.



El agua íntima sentipensante,
amante de la luna y del mar de los abrojos,
interiores, intimidades vox populi
de las pasiones clitográficas y penéculas.







Clitoliteratura oculta al descubierto
de la ciencia de la poesía vernácula
cosmopolita, la juntura de lo abstracto
y lo obsceno, lo concreto y lo virtuoso.



Es el arte ciencia resumida sin fórmulas
sin I con I secretos, precisos
¡discretísimos, discretos!
Epicentro del pensamiento humano.





©Joan Pined ©Creatividad poética


Tomar el fresco

 


Tomar el fresco
de las cosas posibles
y los sueños visibles
se delatan.

Tomar el fresco
y en silencio cantaba
con luz, la alborada
lo decía.


Tomar el fresco
los bellos, la belleza
denotaba la profunda tristeza
la sonrisa.


Tomar el fresco
y aunque todos sentían
que la magia en el viento
se esparcía.



©Joan Pined ©Creatividad poética

La toco

 


La toco

Por eso canto yo, dejad que cante,
porque es la voz que siente
esa cuerda, metal que se revienta,
cada vez que la toco, y que se anima,
y que sabe mentir en el instante,
ese mismo, que la presencia incendia.



©Joan Pined ©Creatividad poética.

Esbelta colina-


Esbelta colina púrpura cuando caen
los hilos de la luz en el ocaso,
y se prenden de noche los silencios,
los murmullos de la mente se encienden...


Eres el murmullo y el silencio
la soledad somos todos
en compañía de nadie,
con una basta expresión
de la impotencia,
del clamor de lo urgente,
y necesario …
para sobrevivir, hay premisas


La inteligencia se traslada
más veloz que la luz,
y nadie sobrevive,
al menos en la tierra y en el agua,
y existimos por la inercia
por el ego, y el temor
a un instante.




©Joan Pined ©creatividad poética



Aroma



-Aroma


Aroma de una gran lluvia
que se asienta
a suavizar el polvo,
a veces se levanta,
a veces se derriba.


Aroma tormentosa,
que se asienta
en la gramática acentuada
del verbo,
con el verbo de un polvo
conjugado, en los tiempos
del polvo de caminos
de siempre…


A veces por placer, a coger
el calor en cualquier parte,
y no encuentro,
aunque tengo la piel
de tu sonrisa
que abraza humeante,
y el cañón ruge, delirante,
al sentir el olor del agua
de lluvia penetrante
en la selva, que se lleva
un susurro en el alma de un río,
hacia el verde mar de las estrellas.


©Joan Pined ©creatividad poética


Abismos

 

Dulce boca de una flor
que te abres
por los caminos de una abeja
pequeña frágil, miel busca
en un sorbo de un jardín...

Eres la dulce boca de esa flor
que te abres en seducción
cuando al oído quieres algo
y se cierra la redacción
de un pensamiento
cuando los detalles
sobrepasan la muerte…
siento un horno, una llamarada,
un fuego, una explosión con aguas
verdes.
Las amigas estrellas
se estrellan en las realidades
y la no verdad es la mentira
que acostumbramos meditar
porque la realidad
es que la bondad abunda
en los abismos.



©Joan Pined ©creatividadpoética



 






Soy como un suave viento imperceptible,
que llega sin llegar a la dulzura
que tienta de esas aguas, ese inmenso manantial



en donde no hay silencios, ni murmullos…
solo vibrantes huellas, que, al dejarlas,
nos dejan más perdidos que encontrados.



Al menos una metáfora quisiera dedicar,
una imagen sonora con señales de humo,
sin voces, con ruidos de muy baja frecuencia,
un escrito cursi como el amor,
dijo el poeta…





Algo escrito en parábolas, como rayos de luz
que absorben las hendijas y grietas, y los libros.
un escrito hiperbólico asimétrico,
un escrito cualquiera…




Chance de entrar en un cuerpo
con un alma penetrada de ternura,
con unos versos blancos que conspiren
con un poema libre, y que se extiende…





Los tiempos que van dejando los paisajes,
y nuestras vidas no encuentran el sosiego,
solo esperan una alternativa, causalidad,
la suerte de un efecto persuasivo…




una casualidad, un prodigioso manifiesto,
y una algo potente que parta las bisagras,
que quiebre las ventanas del abismo…





Y soñar con las verdes esperanzas,
sabiendo que el movimiento final
llega a su fin.



¿Alguna suerte, alguna libertad,
algo que sea limpio?
- ¿Para qué?



Que un cerebro cambie la maleza
que nuestro amor amar, amor
piense, piense, y piense?
- ¿Para qué?


©Joan Pined                       ©creatividad poética